Jose Fernández, Yara de Manuel, Silvia González, Emma Agudo, Martina Segura
Hemos tenido la oportunidad de poder entrevistar a un vecino de la localidad de Olesa de Montserrat. Es un escritor de poesía y padre de uno de los alumnos del centro. Su nombre es Roberto Rodriguez y ha publicado el libro Enhebrado versos de vida.
Eres toledano. ¿Cómo acabaste en Cataluña?
Porque mi expareja, la madre de Erik, es de aquí y teníamos una relación a distancia, y cuando decidimos lo que se dice vulgarmente “poner el huevo”, decidimos hacerlo aquí porque interesaba más, hace ya 17 años.
¿Qué es lo que te inspiró para escribir un libro sobre poemas?
Yo empecé a escribir para evadirme porque empecé a estudiar en un colegio interno con 10-11 años, en 6º de EGB. No había padres, era un colegio muy estricto. Entonces había momentos en los que pensaba: “¿Esto lo ve la gente del mundo como lo veo yo? ¿Se sentirá igual que yo?” Muchas veces por frustración, cuando tienes una discusión con un profesor o te sientes solo, como el patito feo, entonces escribes con las tripas, es decir, de todo.
En tu libro, Enhebrando versos de vida, has utilizado un pseudónimo en lugar de tu nombre. ¿Por qué?
Mi nombre es Roberto y de apellido Rodríguez Castellanos. Al principio yo firmaba como Roberto Rodríguez y era muy común, entonces me decidí por el segundo apellido (Castellanos). Decidí acortarlo de una manera que fuera más exótica… Esto lo decidí con 15-16 años. En aquel entonces ya empecé a firmar así, como “C. Castell”. Casualmente hace 17 años que vine a Cataluña, por lo que hay gente que pregunta: ¿Esto lo has puesto porque estás en Cataluña? Y yo respondo: “No, no, casualidades de la vida”.
Tus poemas son vitales, a veces esperanzadores, otros tristes, y otros incluso desgarradores. ¿Se podría decir que son autobiográficos?
Estoy de acuerdo. De hecho el libro está escrito en orden cronológico. Los primeros poemas son de los años 1996-1998, cuando tenía unos 18 años, y el último poema es de noviembre del año pasado. Fui haciendo una selección, buscando entre diarios antiguos, descifrando palabras, otras reinventándomelas, porque no sabía qué ponía. Aún guardo hojas amarillentas con poemas.
¿Has publicado antes algún libro, o es tu primera obra publicada?
Esta es mi primera publicación. Sí que es cierto que en alguna revista local o en algún concierto literario del instituto o donde estudiaba, pues presentaba algún poema o ensayo filosófico o algún relato breve, pero como libro, este es el primero. No sé si este será el último, pero sí que es el primero.
¿Alguna recomendación literaria para Sant Jordi?
Muchas veces puedes engancharte a los libros por la sinopsis. Tú dices: “Este tiene buena pinta”. Y luego lo abres y dices: “¿Y de la sinopsis qué sale en el libro?”. Desde mi punto de vista es como un pálpito. Te gusta, aunque dicen que no se puede juzgar un libro por el color de las pastas, es un poco ojearlo, pero sin hojearlo con h. Es pasar las páginas. En cambio, sin h es leer las páginas, leer varios capítulos y, si te da buenos pálpitos, cogerlo. Y siempre dicen que no hay que acabar un libro por el simple hecho de empezarlo. Esto a lo mejor a algunos profesores no les gusta que lo digáis, pero es así, no tienes por qué leerlo o acabar un libro si no te gusta, obviamente.
¿Hay algún poema de tu libro que te guste en especial? ¿Por qué? Hay varios escritos hacia tu hijo Erik, estudiante del centro.
Cada uno de una temática diferente. Hay varios que he escrito a mi hijo. En concreto hay cuatro. Algunos de ellos que me gustan especialmente, hay otros de amor que también me gustan, otros de desamor, y otro con un poco de rabia contra mis superiores, familiares, profesores, la sociedad en sí.
¿Hay algún poema que te haya costado más escribir? ¿Por qué?
Yo escribo mucho por impulso. El poema que empiezo, lo acabo en el momento. Me puede llevar más o menos tiempo, pero nunca empiezo un poema y lo sigo otro día. Al día siguiente puedo corregir, muchas veces lo escribo por la noche, estoy a punto de dormirme y me viene la inspiración. Entonces empiezo a escribir. A la mañana siguiente digo: “¿Qué he puesto aquí?” O sustituyo alguna palabra, lo firmo, acabo de poner el título… Que me hayan costado hay muy pocos. Cuando me esfuerzo a escribir sobre un tema, sí que me cuesta hacerlo.
¿En algún momento te has arrepentido de haber publicado? ¿O desde el primer momento estabas muy orgulloso?
Dicen que nunca tienes que arrepentirte de nada, por lo menos yo no me arrepiento. Todo sirve para el aprendizaje. Hay veces que cuando haces la reflexión después de haber publicado un libro, un poco por humildad dices “¿Dónde vas tú publicando un libro? ¿Quién te crees tú para publicar nada?” o “¿Quién te va a leer?” Es un poco el miedo a lo que digan. El pensar: Escribe lo que quieras, enséñaselo a cuatro amigos, pero no hace falta que publiques ningún libro. Es el único “arrepentimiento”.
¿Cuánto te costó más o menos acabar el libro?
Como habéis podido ver, voy con las muletas porque tengo una enfermedad degenerativa, por lo que hace un año que estoy de baja. Al poco tiempo de coger la baja, me dijeron que ahora que tenía tiempo aprovechara y sacara el libro, o al menos que lo empezara a montar, y entonces empecé más o menos en mayo y acabé aproximadamente en diciembre.
Ha sido todo un placer poder entrevistar a un artista como él.